Disolución química:
En este caso, ocurre una reacción química entre soluto y solvente. Por ejemplo, cuando el zinc se disuelve en acido clorhídrico Zn2+, mientras que el hidrogeno se reduce. Como resultado de esta interacción, las sustancias en solución son diferentes a aquellas que intervinieron originalmente.
Disolución física:
En este caso no hay transformación de las sustancias involucradas, sino que la incorporación de soluto y solvente se lleva a cabo por fuerzas de atracción intermoleculares, como los puentes de hidrogeno o las interacciones dipolo-dipolo. Si el solvente es el agua, el proceso se denomina hidratación. Por ejemplo, al disolver cloruro en agua, este se ioniza, dando lugar a dos especies cargadas: el catión Na+ y el anión Cl-. Ambos iones se ven atraídos por los polos de las moléculas de agua, formando una especie de red.
viernes, 16 de octubre de 2009
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